solo un juego para tí;

Un día cualquiera, perdido entre la infinidad de los 365 días que tiene un año, se te pasó por la cabeza la brillante idea de jugar conmigo. Para colmo, tú estabas con alguien, pero eso no te importaba en absoluto, te daba completamente igual. Al principio, me reía de tí y de las cosas que me decías, dejándote día a día por imposible. No quería entrar en el juego, aunque poco a poco fuiste haciendo que entrara; y conforme tu jugabas, yo me enamoraba. Y ahora que me doy cuenta de que no había sentimientos, que solo era un juego para tí, la que sufre, soy yo.